18/03/2021

Alejandra Pizarnik; Diarios (#05) - 22/08 a 01/09/1955

* Proposta do post: (1) anotar trechos, (2) devanear a partir das entradas de Pizarnik, (3) dar pitacos inúteis sobre o que ela escreve e/ou (4) estabelecer conexões. Uma conversa.

✒ Texto sinalizado com [📔], em verde + itálico entradas originais de Alejandra Pizarnik.


Cuaderno del 22 de Agosto al 
1 de Septiembre de 1955

📔 "Lunes pasado y presente vertido en la taza de un café bebido en el bar Florida. La mirada del OTRO que está frente a mí impide el saludable esparcimiento de mi incoherencia."

Talvez seja um deslize cometido por quem depende de dicionário, contudo, ainda que a tradução esteja errada, repare só: "saudável propagação de minha incoerência". Adorei. Bem que a internet, em seus primórdios, pôde ser utilizada, com mais segurança, para a propagação de nossas incoerências. Hoje, doida é quem continua propagando-as por aqui — exato, feito eu. Mas, conforme assinala Pizarnik, a propagação é saudável, e a internet está ao alcance tão fácil da mão... Ou encontro outro espaço ou deixo as incoerências se acumularem, o que possivelmente resultaria numa explosão (fatal?).

A poeta não explica, porém, de que forma a propagação de sua incoerência ocorre numa cafeteria; nem porque, exatamente, o olhar do outro a impede. Teorizo que transcorra como qualquer difusão. Para que aconteça, é necessário encontrar-se num meio cuja concentração de incoerência seja menor do que a de nosso interior (logo, se o local tem muita gente incoerente, não ocorrerá rs). Além disso, é preciso que nossa membrana esteja suficientemente permeável, estado encontrado quando escrevemos? Dançamos? Cantamos? Choramos as pitangas para a terapeuta? Meditamos? Tomamos um café, pensativas, numa cafeteria? Decerto o olhar do outro, citado por Pizarnik, afeta negativamente a permeabilidade da membrana.


📔 "Mi almita gime contra el sol, enemigo de la angustia auténtica. El sol, como buen canalla que es, haciendo dorar los objetos, impidiéndome darles el color que a mí se me ocurra. Sí. El sol nos engaña a todos. El sol es una vil ilusión de felicidad. Lo odio más que nunca."

Em postagem anterior, eu já tinha destacado esse sentimento da autora em relação ao sol; naquela ocasião, estabelecendo um paralelo com um trecho lindo de um conto do autor Bruno Schulz. Registro outra dessas entradas porque, dia desses, ouvi um comentário sobre o conto O Búfalo, de Clarice Lispector, que me remeteu à poesia da dupla Pizarnik + Sol. Li o conto de Lispector para entender melhor e dele transcrevo isto: "Mas isso é amor, é amor de novo", revoltou-se a mulher tentando encontrar-se com o próprio ódio mas era primavera e dois leões se tinham amado."

Mas num dia de 1955, o sol, com sua vil ilusão de felicidade, brilhava e dourava os objetos, e Pizarnik não pôde encontrar-se com sua própria tristeza. 


📔 "Es lo que pensaba cuando caminaba por los kioscos de libros del Cabildo. La plaza en que están instalados es pequeñita y miserable. Sólo tiene unos arbolillos filosos y míseros. (Me pregunto para qué los han puesto.) Para que haya verde. Para que haya creación. Miro un arbolillo y le prometo crear, crear y crear. Ser como la naturaleza, creadora como ella. (...) llamada. ¡He de crear! Es lo único importante en el mundo. Agregar algo. Dejar algo. En el kiosco veo un librito: Fausto de Goethe. ¿Qué importa que Goethe haya muerto? Allí está el testimonio de la realidad de su existencia. La muerte no puede contra él. Nada puede. Ni la guerra ni el avance atómico. Ni los burgueses en sus Cadillacs ni el portero que barre la vereda. ¡Oh, crear! ¡He de crear! Es lo único importante. Es lo único que queda. ¡Crear y nada más! ¡He de tapar el fracaso de mi vida con la belleza de mi obra! ¡Crear!"

Embora não seja filósofa, nem estudante de filosofia (manjo bulhufas, apesar da enorme curiosidade), ousarei lançar a pergunta: não é possível afirmar que essa visão da Pizarnik de 1955 é bastante platônica?! Li O Banquete dia desses e, bom, esse papo da poeta me catapultou direto para aquele discurso de Sócrates acerca do amor. Afinal, aqui Pizarnik expressa seu labor de amor, na medida em que sua natureza deseja perdurar, deseja eternizar-se e imortalizar-se mediante a procriação de seu espírito na beleza. Viajei? 


📔 El vendedor me habla. Dado mi acento, supone que soy europea. Me habla de «nuestra alta cultura». «Sí. Usted que es extranjera debe notarlo.» ¿Cómo explicarle que soy argentina? ¿Cómo explicarle mi extraño acento? ¿Por qué explicárselo? (..) edad; manifiesta la diferencia enorme entre una muchacha europea de diecinueve años y una argentina. ¡Qué inadaptada me siento!

Não sabia que ela falava espanhol com sotaque; o que avalio tenha contribuído para o recorrente tema da duplicidade, da cisão em seus poemas. Por sinal, me dou conta de que nunca tentei localizar vídeos dela (imagem? som?) no You Tube. Deixe-me pesquisar rapidinho agora, volto já. <alguns minutos depois> É, parece não haver nada, porém encontrei um documentário (verei com calma depois - link: X), no qual consta um trecho em que Antonio Requemi (amigo) afirma que, embora se comentasse que Pizarnik fosse gaga; ela de fato não era; mas tão apenas arrastava a pronúncia da última sílaba das palavras. Essa informação sobre a autora me deixou pensativa. 


📔 "En la facultad encuentro a Susana Santalla. ¡Qué adorable es! Le digo de mi libro. Queda encantada. Me da su número de teléfono para que le avise cuando salga a la venta. Me asombra su cordialidad. Es perfecta. ¡Y esa alegría por algo que no entra en sus intereses!"

É tão raro encontrar pessoas que se alegram genuinamente, sem quaisquer interesses secundários, pelas conquistas de outra pessoa; que o assombro é mesmo inevitável.


📔 "Cuando caminaba hacia la escuela, un soplo de esperanza me inundó. Me vi caminando, sintiendo, mirando. Y me dije: ¡Soy feliz porque estoy viva! ¡Soy feliz de poder caminar y desplazarme hacia donde quiero! ¡Soy feliz porque no estoy muerta, porque soy joven, porque crearé belleza, porque debo a la vida mucho, porque siento que me llama algo muy grande!"

Desconcerta ler isso hoje, em 2021. (...) É, prefiro não comentar nada, somente deixar registrado.


📔 "¿Por qué no me ubico en un lugarcito tranquilo y me caso y tengo hijos y voy al cine, a una confitería, al teatro? ¿Por qué no acepto esta realidad? ¿Por qué sufro y me martirizo con los espectros de mi fantasía? ¿Por qué insisto en el llamado? ¿Por qué me analizo? ¿Por qué no me olvido de mi alma y no estrujo el pañuelito húmedo leyendo Cuerpos y almas? ¿Por qué no me visto con elegancia y paseo por Santa Fe del brazo de mi novio? ¡Ah! Sé que la vida es muy breve. Sé que no soy eterna. Pero, en realidad, no veo la muerte. La veo lejana. Digo cuarenta años pero no los veo. Veo un espacio inmenso. Veo millares de días. Sé que hay tiempo. Sé que amo mi alma. Me amo a mí. Amo mi cuerpo y lo besaría todo porque es mío. Amo mi rostro tan desconocido y extraño. Amo mis ojos sorprendentes. Amo mis manos infantiles. Amo mi letra tan clara. (¡Qué extraño que mi letra sea legible!)"

"Amo (...), amo (...), amo (...)" > Destaco para me convencer de que não me embananei ao postular que o espírito de Pizarnik é repleto de amor, nos moldes da definição platônica. 

Seria realmente mais tranquilo seguir a narrativa pronta, em vez de escrever uma narrativa própria? Um marido, uma casa, filhos, passeios de fim de semana com a família e..."pronto"? Sei não, Pizarnik; acho que tranquilidade é uma falácia. No máximo, dispomos de um tico de arbítrio para escolher o tipo de desassossego com o qual lidaremos na vida. E o legal é que fazemos a escolha como naqueles programas de TV onde, presos numa cabine à prova de som, somos obrigados a responder, de pronto, "sim" ou "não" às propostas que nos são apresentadas. Moleza viver, né?


📔 "Es muy tarde. Estoy excitada. Deseo un cuerpo junto al mío. ¡Cualquiera! Cualquier sexo, cualquier edad. ¡Eso es lo de menos! Basta un cuerpo a quien tocar y que me toque. ¡Mi sangre galopa! ¡Ah! Deseo fervientemente. Me disuelvo en deseos eróticos. Nada de amor. No. Nada de eso. ¡Sí! Lo que yo quisiera es vivir mi vida diurna entre libros y papeles y pasar las noches junto a un cuerpo. Ése es mi ideal. ¿Es lascivo? ¿Es lujurioso? ¿Es estúpido? ¿Es imposible? ¡¡¡Es mío!!! Y con eso basta. Pero ¿dónde conseguir ese ser? Tendría que ser alguien como yo, que desee lo mismo que yo. ¡No existe! ¡Sé que no existe! Mi locura es única. ¡Mi originalidad! ¡Mi extremismo! ¿Qué será de mí? ¡No lo sé! ¡Sólo sé que no puedo más! ¡Que me muero de impotencia!"

Estúpido?! De dia, entre livros e papéis; de noite, ao lado de um corpo sensual? Pô, Pizarnik, claro que não; bem que eu gostaria. Err, porém esse papo aí de "teria de ser alguém como eu" é um tanto narcisista demais, não? Freud deve ter levantado do túmulo, depois dessa. Para aproveitar o tema, no entanto, registro um casal que costumeiramente me desperta perguntas correlatas: Gisele Bündchen & Tom Brady.


📔 "Me doy cuenta que no puedo seguir estudiando en la facultad. La chica de quinto año me enumeró los pensadores que más se estudian: Aristóteles, S. Tomás, Kant, etc. ¿Cómo forzar mi mente hacia ellos? Se me ocurre seguir Letras. ¿Cómo esperar cinco años para analizar a Faulkner? ¿Y por qué analizarlo? ¿Por qué leer a Molière? ¿Por qué leer a Góngora? Me hacen llorar de hastío. Comparemos a Vallejo y a Góngora. Sí. Ya sé que son dos cosas muy distintas. ¡No! ¡No puedo! ¡No puedo! Recuerdo que cuando [ilegible] comenzó a analizar a Baudelaire, traté de leer Las flores del mal ¡y no pude! ¿Cómo leer a Hegel si una sola frase suya me hace sentir ratón o tizne arrebatado por el viento de los siglos?"

"Cinco anos para analisar Faulkner?" (😬😁) Turma das Letras e Filosofia, foi a Pizarnik que escreveu, eu somente transcrevi no meu diarinho. Talvez eu tenha lido isso em boa hora, pois cogito uma segunda graduação num desses dois cursos, entretanto sempre empaco na pergunta: não seria uma nova cagada na minha vida? Quando penso que significaria ter de estudar a obra de XVHUvhv NJONLNKN**, a de JOUHUH NHIUHIU** (**: nomes cortados pelo Departamento Jurídico do blog), nossa, sinto um fastio tremendo. Que autores me fariam estudar por cinco anos, a fim de poder analisá-los a contento? (...)


📔 "Sin embargo, debo estudiar para decir que estudio. De lo contrario no valdré nada. Mi madre quiere que estudie. Quiere que tenga un título. (Sonrío despreciativa.) ¡Qué me importan los títulos! Digo que quiero ser escritora. ¡Bah! Son cosas al margen dicen. ¡Al margen!"

Num cenário em que a educação tornou-se um mercado muito bem abocanhado pelo capitalismo, esse "estudar para dizer que estudo" rende reflexões interessantes, no entanto o departamento jurídico do blog recomendou que eu ficasse calada.


📔 "de un libro de Azorín. Me retracto públicamente por mi desprecio hacia él. Es muy bueno. Tan claro. Tan simpático y limpio. ¡Tiene una tortura espiritual tan elegante!"

"Tortura espiritual elegante." Outra expressão preciosa.


📔 "Mi sexo gime. Lo mando al diablo. Insiste. Insiste. ¡Qué molesto es! ¡Cómo lo odio! Sexo. Todo cae ante él. Fumo para ver si se calma. Produce un alegre cosquilleo que recorre mi cuerpo. Dan deseos de tocarlo, de mirarlo, de ver de dónde sale ese latir tan independiente de mi querer. ¡Es tan dueño de sí! Cruzo las piernas. Se calma un tanto. Sexo. El eterno sexo. Digo que lo odio, pero algo lo quiero ya que lo mimo tanto. ¡Al diablo! Hablo de él como si sería [sic] algo verdaderamente independiente de mí. Vuelve a aletear."

"Fumo pra ver se me acalmo, (...) Cruzo as pernas" hahahahaha, por essa, não esperava*. Mas, ó, aaaaacho que a galera do pompoarismo diria que, se cruzar direitinho, ~resolve~. (que baixaria, blogueira.) [* Eita, por que eu não esperava?! As poetas devem estar praguejando "nós também transamos, sua tonta!"]


📔 "Quisiera ser hombre para tener muchos bolsillos. Hasta podría tener siempre un libro en un bolsillo. La ropa femenina es muy molesta. ¡Tan ceñida e incómoda! No hay libertad para moverse, para correr, para nada. El hombre más humilde camina y parece el rey del universo. La mujer más ataviada camina y semeja un objeto que se utiliza los domingos."

A gente fala, mas a indústria da moda não nos ouve... 

📔 "Además hay leyes para la velocidad del paso. Si yo camino lentamente, mirando las esculturas de las viejas casas (cosa que aprendí a mirar) o el cielo o los rostros de los que pasan junto a mí, siento que atento contra algo. Me siguen, me hablan o me miran con asombro y reproche. Sí. La mujer tiene que caminar apurada indicando que su caminar tiene un fin. De lo contrario es una prostituta (hay también un «fin» [sic]) o una loca o una extravagante. Si ocurre algo, alguna aglomeración o un choque, y me acerco, compruebo que no hay una sola mujer. Hombres."

As recorrentes entradas no diário da poeta sobre as delícias de ser mulher numa sociedade machista e patriarcal chamam atenção. A impossibilidade de caminhar sem um propósito me pega principalmente em viagens. Nem sei quantas vezes fui importunada ou fui objeto de piada de homens, nas oportunidades em que banquei a flâneur. Lembrei daquele causo já compartilhado no blog, sobre os moços que fizeram questão de reduzir a velocidade do carro em que estavam, a fim de gritar pra mim "isso é hora de correr, sua imbecil?" Nessas ocasiões, mentalizo* um palavrão e toco a caminhada.  (*: a raiva maior, se duvidar, é causada pela falta de coragem de verbalizar, em alto e bom som, o xingamento; o ódio de ter de engolir o revide.)


📔 "Arturo me presentó a unos amigos suyos: «Ésta es Alejandra, la niña más dotada del mundo. Tiene todo lo que Dios puede conceder a un ser humano… y sin embargo, está siempre triste». (...) Uno de ellos dijo que mi tristeza se manifiesta más en los labios que en los ojos."

À primeira vista, confesso que me pareceu poético, porém logo me perguntei se essa "tristeza manifestada nos lábios" não seria uma versão daquela aporrinhação que mulheres escutam bastante de homens: "ãin, por que você não sorri mais? tão linda quando sorri."


📔 "Es terrible. Los libros de filosofía podrán ayudarme a pensar, pero me inclino a las obras de imaginación. Son más reales. De los ensayos e interpretaciones ni hay que hablar. Sencillamente, no debo leerlos."

Poxa, ensaio é legal, Pizarnik. Eu, pelo menos, curto bastante; desde que o/a ensaísta tenha uma escrita com a qual eu dialogue, é lógico. Aquele livro de ensaios da Jia Tolentino (Falso Espelho), por exemplo, super hypado recentemente, me pareceu tão sem graça, com tantas reflexões banais sobre a internet, que sequer me animei para terminar de ler o primeiro ensaio. Esse comentário da poeta também me fez lembrar da resistência que sinto ao tal "Non-Fiction November", basicamente uma leitura coletiva apenas (ou sobretudo) de livros de não-ficção, durante o mês de novembro; organizada por influenciadores literários gringos. Meu problema nem é com a proposta em si, mas com o subtexto que pesco no discurso de divulgação adotado pela galera: ~ "leitores, é hora de pararmos de ler livros de historinhas; leiamos livros de verdade, para finalmente aprendermos COISAS!" Puxa vida, não aguento.


📔 "Le pide «un sandwichito de salame sin corteza». Me estremezco de materialismo. ¡Salame! Hablar de literatura con un sándwich de salame en la mano. Y lo que más me choca es la falta de corteza. Un sándwich de salame «debe» tener corteza y ser tosco y crocante. De lo contrario, es como beber champagne mientras se come asado. ¡Oh, las pequeñas cositas!"

hahahahahha Xi, meio esnobe issaê, dona Pizarnik. (*amei*) Se ela souber que, enquanto leio os poemas dela, tomo coca zero e como uma porção de batata frita, estarei perdida. Além do mais, esse sanduba de salame harmoniza bem com algumas obras de latino-americanos: o Diário de Emilio Renzi (Piglia), o Deixa Comigo (Levrero).


📔 "Antes de la llegada de D. estuve oyendo un diálogo entre esas dos lesbianas que vienen todos los días. Hablaban de otra que las traiciona criticándolas y haciéndoles análisis psicológicos. Me asombra esa moralidad burguesa que manifestaban. En nada se diferenciaban de un vulgar matrimonio burgués. Quedé decepcionada."

Reitero: é a Pizarnik que escreveu, eu apenas transcrevo no diarinho; nada a declarar. Aliás, tenho sim. Perdão, é que acabo de notar uma conexão com certa birra progressiva que peguei daquela série Schitt's Creek. Preciso elaborar melhor, contudo ando me perguntando se ela não teria uma excessiva pegada  "all we are saying is give capitalism a chance". Ou: "heal the world, make it a better place, for the rich and the poor and the entire human race". Também me propus esta pergunta: Simply The Best, como trilha sonora de uma história de amor, não é meio estranho? Tipo, até ontem, essa não era uma música usada como trilha sonora por atletas olímpicos, por políticos em convenções partidárias, por coach de empresa, por gurus empreendedores? Ressignificaram* a música da Turner? Não entendo nada; mas o moço que interpreta o Patrick é tão fofinho, que relevo. Ah, mas que o romance David&Patrick é burguês, é sim; só não tenho certeza se isso é bom ou ruim. Nem bom, nem ruim? Sei lá. (*: quem ainda aguenta essa palavra, senhor? peço desculpas.)


📔 "Mi madre habla de enviarme a Francia. Mi tía me habla en francés. Recito un poema de Verlaine y canto la Balada de Guitry. Mi madre está orgullosa de mí, pues amenizo esta reunión familiar. Dice que vale la pena tenerme en casa, pues conmigo nadie se aburre. Entreveo su lucha respecto al famoso asunto del casamiento. Quiere convencerse. Quiere ver si puede convencerse. Quiere arrancarse las ideas burguesas. Sé que el éxito de su lucha depende de mí. Si estoy agradable, todo va bien. Si no… ¡Oh, soy una masa de contradicciones! Eres un ser humano, Alejandra. Iones negativos y positivos explotan en tu esfera."

A autora não escreve detalhes sobre a relação com a mãe (pelo menos até este caderno), no entanto entradas como essa (algo constantes; surgindo aqui, acolá) parecem revelar uma dinâmica complicada. No livro da Elena Garro (As Lembranças do Porvir - sim, de novo), encontrei uma frase que, embora simples, abarca um fato difícil de ser assimilado por muitos pais: "Ana costumava dizer: "os filhos são outras pessoas", assombrada de que seus filhos não fossem ela mesma." Por vezes, inclusive as filhas precisam tomar ciência e se convencer de que não são suas mães, de que não podem se responsabilizar pela felicidade de suas mães, à maneira da Pizarnik de 1955.


📔 "¿Qué haré hoy? Creo que volveré a Proust. Su mundo de princesas y duquesas es ideal para apartarse de esta masa llena de miedo y proyectos sangrientos."

Suspeitando de que 2021 será o ano em que lerei Proust, e a culpada será Pizarnik.

13/03/2021

eta barulhinho bom!

  




🔊 Concluí a mudança de apartamento em fevereiro, porém, como a nova escrivaninha chegou há apenas alguns dias, só agora retorno ao blog. Não; seguindo a praxe, não significa que tenho algo relevante pra registrar, mas apenas que bateu uma intensa vontade de escrever um bocadinho, o que atribuo ao aniversário de um ano de isolamento/distanciamento social. Conforme aponta Amanda Mull em artigo publicado no The Atlantic, a pandemia pausou as relações sociais casuais que, para o bem ou mal, eram basicamente do que eu dispunha para trocar ideia com um ser humano. (- A resposta é sim, Dr. Dráuzio.) Atualmente, conto com as mensagens diárias no whatsapp estritamente relacionadas ao trabalho (voltarei a esse tema), assim como as ligações para a família que reside noutro estado, a fim de saber, principalmente, se estão todos bem. Portanto, na falta de outra possibilidade concreta de jogar conversa fora com uma pessoa, o faço comigo mesma mediante a escrita no blog. (Meio deprê, né? Oh, well.) Planejo adotar a singela tática desta personagem de Kafka:
"(...) escrever ao amigo só sobre incidentes insignificantes, da maneira como estes se acumulam desordenadamente na lembrança, quando se reflete sobre eles num domingo tranquilo."
                                                            - O Veredito; Franz Kafka (Tradução: Modesto Carone)

Do que diabos estou falando?! E essa já não é minha estratégia predominante no blog? Nem saberia escrever de modo diferente. Aliás, a tática da personagem é singela, mas esse adjetivo não serve para caracterizar o conto de Kafka. Talvez não seja o momento oportuno para ler o autor, porém, de fato, tem sido pra mim; sobretudo porque meu novo trabalho (nem tão novo mais) me lançou numa realidade que me parece insana. Sabe quando a gente pergunta pra uma amiga "vem cá, eu não tô ficando doida, tô? isso aqui é completamente sem sentido, não é? não é?". Pronto; o Kafka está na posição da amiga. Infelizmente a responsabilidade jurídica não me permite desabafar e divagar a respeito dessa conexão Kafka x Trabalho, contudo deixo esta pergunta: e aquele Na Colônia Penal, hein? Ô lôco, né? 


🔊 Mas não deixam de ser inusitadas, essas lamúrias pela perda dos papos furados diários que trocávamos antes do maldito vírus. Dia desses assisti ao filme Bom Dia (1959), do Yasujiro Ozu (♥️), e o discurso que o garotinho dispara quando o pai o manda se calar, parar de reclamar e falar tanto, me impressionou:
"São os adultos que falam demais. "Olá.", "Bom dia.", "Boa noite.", "O tempo está bom, não está?", "Sim, está.", "Aonde está indo?", "Ah, só caminhando por aí", "Ah, é?". Um monte de conversa fiada. "Entendo, entendo" - entendo o quê?!"
Ao final do filme, uma bela e simples cena sugere que a criança possivelmente precipitou-se ao criticar tão duramente as conversas banais do dia a dia. Em resumo, tratava-se do instante em que mais um diálogo corriqueiro permitia que um casal se aproximasse, que uma relação humana aos poucos se estreitasse e o prospecto de uma nova vida a dois surgisse. (assim começam as famílias de Ozu?) Para minha grata surpresa, o livro The Condition of Secrecy, coletânea de ensaios escritos pela poeta dinamarquesa Inger Christensen, me presenteou com uma citação de Novalis que, teorizo, é capaz de elucidar aquele desfecho do Ozu (tradução livre, a partir da tradução para o inglês por Susanna Nied):

"(...) conversação é um mero jogo de palavras. Só nos resta nos admirar com o risível erro que as pessoas cometem - acreditar que falam sobre coisas. Ninguém atina para o que é mais peculiar à linguagem, que ela refere-se apenas a si mesma. Por essa razão, é um mistério maravilhoso e fértil - quando alguém fala apenas por falar, expressa precisamente nesse momento a mais esplêndida e original das verdades. Já quando alguém deseja falar sobre algo específico, então a língua temperamental o faz dizer as coisas mais engraçadas e perversas."

                                     - Monólogo, Novalis; citado por Inger Christensen no ensaio It's All Words. 

Então, peço licença, do jeitinho de Isamu, para prosseguir falando groselha neste post. No entanto, basta apertar minha testa, que eu me calo e solto um peido; novo talento que aprendi com Isamu e seus sábios amigos. 

🔊 Beleza, retornemos à imagem que ilustra o topo desta postagem, extraída da série Pretend It's a City (Netflix), na qual Fran Lebowitz, a escritora que não escreve, mas reclama (e lê)® (?! - she's living the dream), ironiza os riquinhos que desembolsam U$500,00 numa sessão de terapia, só pra reclamar do barulho da cidade de Nova York. Obviamente entendo o ponto dela (pertinente, inclusive), MAS  < atenção, lá vem o choramingo da burguesa >, dado que ouvi essa fala no dia seguinte a uma intensa e longa crise de choro desencadeada pela descoberta de que eu me mudara para um apartamento onde os ruídos são intensos, não pude evitar o desbarato. Recentemente assisti ao filme A Montanha dos 7 Abutres (Billy Wilder, 1951), no qual um homem fica preso por seis dias numa mina, e a queixa que ele externa com maior desespero refere-se justamente ao contínuo barulho intervalar da perfuradora que tenta abrir caminho até ele, através da rocha. O sujeito implora para que, pelo amor de deus, parassem de perfurar, pois já não aguentava mais o som das insistentes pancadas. Puxa, me sensibilizou demais. Enfim, ainda que Lebowitz tenha lá razão (e tem mesmo), não se pode desconsiderar o quanto a poluição sonora afeta nossa saúde. Nesta época em que sequer podemos sair de casa, então, nem se fala; e Alceu Valença comparece para corroborar meu devaneio  - "a obra do vizinho não deixa o poeta dormir, pensar". Calcule a situação atual do novo velho lar: andar alto + próximo a uma linha de metrô elevada do solo e sem cobertura + próximo a avenidas com tráfego intenso nos horários de pico + dividindo paredes com dois apartamentos distintos + um dos vizinhos reformando a unidade + vizinhança de doguinhos que curtem latir 24h/dia + alarme sonoro de portão de garagem que dispara toda hora. Sim, estou ciente de que a única pergunta pertinente é "mas por que se mudou pra esse apê, sua imbecil??". Bom, num esforço para aliviar minha barra, elaboro a seguinte mequetrefe desculpa: ora, eu tive de ponderar todas as variáveis considerando a realidade de um mercado imobiliário ridículo; e após uma única visita de meros quinze minutos realizada pela manhã, fora do horário de pico, "portanto" acabei errando feio nos cálculos, inclusive na estimativa de minha tolerância a ruídos. De todo jeito, o choro está sob controle e esforço-me para desligar dos barulhos, porém admito que é complicado (e triste). Estou praticamente vivendo o que a família do filme Home (2008), da cineasta Ursula Meier, viveu; e receio terminar esta provação (mão no peito, olhos fechados) tal qual Isabelle Huppert: completamente louca, tapando todas as janelas e frestas da casa até morrer asfixiada. A fita crepe, já pus pra jogo; o próximo passo será a concretagem das janelas. E pensar que, quando vi esse filme, ri um bocado dos franceses que, subitamente, se veem morando à beira de uma rodovia. Bem feito pra mim.

Só agora percebo que essa lenga-lenga é quase uma metáfora ruim para a realidade atual, né? Estamos nos trancafiando em nossas casas, tapando os contatos com o mundo externo na tentativa de nos proteger de um vírus. Simultânea e perversamente, reconheço que eu deveria ter iniciado essa historinha com a mesma estupenda primeira frase do romance O Diabo no Corpo, de Raymond Radiguet: "Vou me expor a recriminações."Sim, pois, em meio a uma pandemia que tem gerado desemprego e miséria, é forçoso agradecer por, afinal, ter um trabalho, um salário para pagar as despesas de uma casa - ainda que barulhenta.

*: a propósito, esse deveria ser o nome do blog.


🔊 Para encerrar essa saga do novo velho lar, continuarei a me expor a recriminações, porque confessarei que também me entristeceram os pequenos problemas arquitetônicos e estruturais que fui descobrindo no apartamento, além de toda a dificuldade, logística e financeira, inerente a possíveis reformas e projetos de decoração. Achava que finalmente teria uma casa do jeito que eu sonhava e me dei mal. Igualmente não ajuda me estressar com qualquer manchinha/irregularidade na parede, qualquer porta que não fecha direito, qualquer lasquinha num móvel, qualquer cheiro estranho etc... Culpa do Instagram e de vídeos de decoração no Youtube? Pode ser, hein; pode ser. Enquanto assisto àquela série Schitt's Creek, os lençóis com os quais David veste sua cama sempre me enternecem. Ele até podia morar num motel forreca, agora que a família estava falida, mas ao menos sua cama ele faz questão de manter bonita. Sei que eu não teria essa força de espírito; que seguiria na vibe tá tudo uma merda mesmo, então foda-se.

Em meio a esse abatimento fútil, mal acreditei quando uma escritora japonesa do ano 1000/1001 (!!!!!!) veio ao meu socorro. Com a contribuição da incrível equipe de tradutoras que trabalharam na edição da Estação Liberdade Editora 34, Sei Shônagon acalentou meu coração:
"A casa de uma dama que vive sozinha apresenta-se bastante danificada: muro de terra batida por terminar, plantas aquáticas que invadem o lago e, embora o jardim ainda não esteja totalmente coberto de artemísias, podem-se ver ervas daninhas verdes por entre as pedrinhas - uma imagem de tanta solidão chega a comover. É tão desinteressante quando nada há para ser consertado, com o portão bem trancado e tudo na mais devida ordem, que nos enfastiamos muito."

- Sei Shônagon; O Livro do Travesseiro. (Tradução: Geni Wakisaka, Junko Ota, Lica Hashimoto,                                                                         Luiza Yoshida, Madalena Hasimoto)

Olha, vindas de uma mulher que tanto valorizava a beleza das coisas, essas palavras foram tocantes. No fim das contas, estou desencanando. Como a própria Shônagon também escreveu, as coisas feias existem no mundo (eu sou uma delas, caramba**) e não é possível evitá-las, nem deixar de registrá-las.
**:

                                                                                   
🔊 Quanto drama por tanta besteira, né? Nossa, nem eu me aguento mais com esse papo, o que pode ser outra consequência do isolamento extremo. Se Lebowitz estiver seguindo o isolamento com rigor (nem estou cobrando), estará satisfeita por reclamar apenas de si própria? É, pode ser que ela tenha dado uma pausa nas reclamações ixpertíneas, para focar apenas em suas leituras, vai saber. No conto The House of Fear, da Leonora Carrington, a protagonista assume sem cerimônias que, por ser super reclusa, acabava falando demais consigo mesma, tendendo a repetir as mesmas coisas. A personagem reconhece ser uma chata e que ela, melhor que qualquer um, tinha plena consciência disso. É aquilo: não há nada melhor do que ficar quieta no seu canto, sozinha, curtindo o silêncio..., MAS: durante um ano? Na versão extreme? Para espanto próprio, suspeito de que talvez seja excessivo, com efeitos colaterais geradores de um círculo vicioso potencialmente autodestrutivo.


🔊 Daí, tenho pensado com frequência nestas duas marcantes e especiais amizades que conheci ano passado:

- Emmanuel Carrère & Hervé, livro O Reino;

- Vivian Gornick & Leonard, livro The Odd Woman and the City.

Fiquei deslumbrada com as características que Carrère destaca a respeito do amigo Hervé: não era irônico nem maledicente, não praticava o mal, não se preocupava com o efeito que produzia, não jogava nenhum jogo social." (> que bálsamo.) Carrère sentia que a convivência com o amigo não era estúpida nem exaustiva feito aquela dos mundinhos do jornalismo e editorial francês ao qual estava habituado. Também adorei quando o autor comenta que Hervé fazia parte da família de pessoas para quem existir não era óbvio. Porém o mais legal dessa amizade, achei, é isto aqui: na publicação do livro, fazia 23 anos que os dois se encontravam, toda primavera e outono, na aldeia francesa Levron; período durante o qual caminham longamente. Carrère garante que Levron e a amizade com Hervé são os lugares para onde vai inquieto, e de onde volta resserenado. Carrére descrevendo a amizade:
"É uma amizade íntima: agora mesmo eu escrevia que, como todo mundo, Hervé tem seus segredos, mas acho que não os tem para mim, e o que me faz pensar isso é que não os tenho para ele. nada é vergonhoso a ponto de eu não poder lhe contar sem sentir um pingo de vergonha: pode parecer inacreditável dizer isso, mas sei que é verdade. É uma amizade serena, que não conheceu crise nem eclipse e que se desenvolveu ao abrigo de toda interferência social."

                                                           - Emmanuel Carrère; O Reino. (Tradução: André Telles) 

Já no texto de Vivian Gornick, os paradoxos presentes nas grandes amizades ganham um espacinho. Ela e Leonard também contam com mais de duas décadas de amizade, sempre se encontrando uma vez por semana para caminhar, jantar, assistir a um filme. A autora diz que eles não fazem nada exceto ter ótimas conversas; admitindo que a atração mútua resulta do efeito positivo que suas conversas exercem no modo com que enxergam a si próprios, ou seja (e ainda parafraseando Gornick:), a autoimagem projetada no amigo os engrandece. Se o convívio é tão prazeroso, eles deveriam se ver com maior frequência, não? Pois aí que está. Gornick explica que os dois são um tanto negativos, pessoas para quem o copo está sempre metade vazio, de modo que estar com Leonard força Gornick a confrontar sua própria voz, a faz relembrar o quanto ela própria é julgadora, uma mulher que sempre repara nas falhas, nas ausências, nas incompletudes. (exato, igualzinha a mim, reparando nas falhas da nova casa; vai vendo.)

Pelejo para desvendar o segredo dessas amizades preciosas, entretanto é difícil. Carrere e Hervé são totalmente diferentes, enquanto Gornick e Leonard representam imagens especulares, portanto a mágica não parece estar nas semelhanças ou diferenças compartilhadas. A consistência de encontros regulares, com intervalos espaçados, por seu turno, chama atenção, apontando para o suposto caminho das pedras. Sobretudo neste aniversário histórico, não posso evitar de pensar como seria ter uma amizade similar a desses dois autores. Talvez a situação esteja menos dura para quem dispõe do tipo de enlevo propiciado por profundas amizades. 


🔊 Quase esqueci das famigeradas mensagens de trabalho no whatsapp. Veja, nesta altura do campeonato, creio que todos colegas trabalhadores já estão cientes de que nos lascamos, confere? Por razões de naturezas distintas, o raciocínio procede tanto para quem está em casa, quanto para quem infelizmente não pode se proteger dessa forma. Aos desempregados - e aqui reside a grande crueldade da situação - procede ainda mais. A ingênua do passado: poxa, seria tão bacana trabalhar em casa, tão legal, tão cômodo... A lascada do presente: eita, quase nove horas de trabalho ininterrupto, e  não consegui entregar essa maldita meta estrambólica justificada pelo fato de estar em casa. e o chefe ainda manda mensagem "parabéns pelo dia das mulheres" às 06h da manhã. Kafka, me ajuda!" Nos momentos em que me afobo para dar conta da meta, lembro das belas e inspiradoras palavras ditas ano passado pelo atual chefe do Poder Executivo: "O homem do campo é um exemplo, realmente, de trabalhador brasileiro. Eles trabalham de segunda a domingo, por vezes, 24 horas por dia, e não reclamam de absolutamente nada. A não ser, às vezes, quando o Estado quer interferir no seu trabalho." Ele tem razão, né? Não trabalho no campo, entretanto, quando o Estado vem se meter à besta pra garantir uns direitos pra minha classe, é super chato; nada a ver. Desconfio que o nobre orador, que professou ideias tão acertadas, compartilha daquela mesma opinião do capataz alemão da Sinhá do livro Água Funda, de Ruth Guimarães:"- Fôsses, brrasileirras, non serrfem parra trrabalharrr." A mexicana Elena Garro está ligada na importância do trabalho. No excelente As Lembranças do Porvir (Tradução: Iara Tizzot), outro aparente amigo íntimo do nosso chefe do Executivo inventa de falar pro general que, do que o país precisava, era de alguém que fizesse o povo trabalhar. O general, que sequer estava de bom humor, vociferou esta sagacidade: "Pois é bom saber. Deixe de discursinhos e ponha-se a trabalhar! Pando, traga-me uma vassoura, que o companheiro aqui quer trabalhar. Varra a cantina." Depois que o cara termina de varrer o recinto, ele sai para o banheiro com os olhos cheios de lágrimas, o que claramente demonstra a gratidão que sentia pelo sublime general. Lindo de ler, aprendi muito.


🔊 Chega, né? Queria falar de outros livros, mas fica pra depois.

E lembrando: não escuto um barulhinho bom ao abrir as janelas, é verdade; porém nada que o YouTube não possa "resolver", certo? Certo, né?
"-Vou à Penha agradecer o quê, Nascimento? Estar aleijado, falido, (...)
-Você está vivo, Gattai! Acha pouco?"

                                         - Zélia Gattai, Anarquistas, Graças a Deus.